Artículo sobre la vida de Raimundo Irineu Serra, fundador de Santo Daime. Un brasileño negro que marcó la diferencia en la historia de la ayahuasca en Brasil y en el mundo.
Al tratar con pueblos y cosmovisiones que viven y piensan las relaciones de género tan estrechamente asociadas a la música, nos encontramos con la invitación a reformular las atribuciones sociales de roles, poder y prestigio que se sustentan en una amplia red de prácticas culturales asociadas a lo femenino y lo masculino, a favor de una perspectiva decolonial y latinoamericana de la música y el cuerpo requieren una mirada más profunda.
En este texto, se comenta la trayectoria de medio siglo de investigación sobre el chamanismo y la ayahuasca de Esther Jean Langdon.
El Santo Daime (ayahuasca) tiene un papel destacado entre las plantas de poder del universo de lo sagrado femenino porque está vinculado al mito y al misterio del nacimiento. El arte de la partería con preparados botánicos se remonta a 2000 años antes de Cristo. Las parteras indígenas (mujeres salvajes arquetípicas) transmitieron esta práctica a las parteras de la cuenca del Amazonas y este conocimiento se ha transmitido de generación en generación.
En cuanto a las yaminawa, una interacción más intensa y frecuente con los modos chamánicos de la ciudad selvática de Atalaya, las ha llevado a apropiarse y ejercer diferentes técnicas chamánicas, entre las que destacan aquellas basadas en el uso de plantas o las vaporaciones de tradición ashaninka para extraer la enfermedad del cuerpo.
Un uso temprano de los psicodélicos por parte de los psicólogos fueron los intentos de tratar a los homosexuales para cambiar su orientación sexual.