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Ayahuasca y parto en la tradición del Santo Daime. Solidaridad entre mujeres y resistencia cultural psicodélica

A lo largo de la historia de la civilización occidental, las mujeres han vivido con todo tipo de violencia e intervenciones. A pesar de ello, han seguido y siguen resistiendo, y el ejemplo del arte de dar a luz en la religión del Santo Daime muestra el poder y la luminosidad de las mujeres unidas en colectividad.

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Cientista Social e mestra em Antropologia pela Universidade Federal de Minas Gerais.

Científica Social y Maestra en Antropología por la Universidad Federal de Minas Gerais.

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El Dr. Glauber Loures de Assis es Director Asociado de Chacruna Latinoamérica en Brasil. Es Doctor en Sociología por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) e Investigador Asociado del Grupo Interdisciplinario de Estudios Psicoactivos (NEIP) en Brasil. Sus principales intereses incluyen las religiones ayahuasqueras, los nuevos movimientos religiosos, la internacionalización de las religiones brasileñas, el uso de drogas en la sociedad contemporánea y la paternidad psicodélica. Es autor de numerosos artículos y capítulos de libros, y coeditor del libro Women and Psychedelics: Uncovering Invisible Voices (Synergetic Press/Chacruna Institute, en prensa). Glauber es también un practicante de ayahuasca con 15 años de experiencia. Ha construido esta práctica en diálogo con su comunidad local de ayahuasca brasileña y con la bendición de ancianos y activistas indígenas de Brasil. También es el líder de Jornadas de Kura, un centro de medicina vegetal en Brasil que promueve un puente entre el uso ceremonial de plantas sagradas y la ciencia psicodélica. Es padre de 3 hijos y vive con su esposa Jacqueline Rodrigues en Santa Luzia, Minas Gerais, Brasil.

Doctor en Sociología por la UFMG y Director Asociado de Chacruna Latinoamérica en Brasil

Todos sabemos (o deberíamos saber) que en la historia de la llamada civilización occidental, tan orgullosa de sí misma, las mujeres han sufrido sistemáticamente innumerables formas de violencia física, psicológica, económica, sexual y simbólica. 

Esta violencia, por desgracia, continúa presente en la sociedad contemporánea. La brecha salarial entre géneros y la escasa representación de las mujeres en puestos de poder y liderazgo, en comparación con los hombres, son sólo algunos ejemplos de su manifestación. 

Las marcas del patriarcado se extienden también al control y la vigilancia de los cuerpos femeninos. Privadas, a lo largo de los siglos, de libertad en relación a sí mismas, las mujeres se han reservado a menudo el lugar de espectadoras de sus propias vidas, mientras que los hombres han desempeñado el papel de gestores y administradores de los cuerpos y deseos de éstas. 

Los impactos de esta biopolítica también se hacen sentir en el establecimiento de protocolos médico-hospitalarios que eliminan la autonomía de las mujeres desde el embarazo hasta el parto (llegando incluso a situaciones de violencia obstétrica), y en la estigmatización de las prácticas tradicionales de cuidado del cuerpo femenino, así como en la invisibilización de las mujeres en la cultura occidental del uso de psicodélicos, a la que han contribuido de forma decisiva, aunque poco apreciada. 

Por estas y otras razones es sumamente importante que, al hablar de psicodélicos, destaquemos la agencia femenina y las redes de solidaridad formadas por mujeres, que constituyen un aspecto importante de la relación entre los seres humanos y las plantas sagradas en la formación de culturas, religiones y representaciones colectivas asociadas a su consumo. 

En este artículo abordaremos una luminosa experiencia femenina vinculada a las plantas sagradas: el arte de la partería, así como las relaciones de cuidado y apoyo que se establecen entre las mujeres en la religión brasileña del Santo Daime. 

El Santo Daime y la resistencia femenina

El Santo Daime es la más antigua de las llamadas religiones ayahuasqueras en Brasil. Fundada por Mestre Raimundo Irineu Serra, un hombre negro del Nordeste de Brasil que emigró a la Amazonía durante los ciclos del caucho a inicios del siglo XX. Esta religión tiene como patrona espiritual a una entidad femenina, la Reina de la Selva, una “Diosa Universal”.

Algunos de las principales líderes de esta religión son mujeres, como es el caso de Madrinha Rita, matriarca de la ICEFLU – Igreja do Culto Eclético da Fluente Luz Universal – , y Madrinha Peregrina, viuda de Mestre Irineu y líder indiscutible de la CICLU – Alto Santo (Rodrigues y Assis, 2022). 

Sin embargo, un aspecto todavía poco comentado en la literatura sobre el Santo Daime está vinculada a la agencia femenina dentro de sus prácticas, así como a la red de apoyo y sororidad nutrida entre las mujeres y mantenida viva a lo largo de las décadas, a pesar de las dificultades infligidas por una sociedad machista y por la sobrecarga de trabajo impuesta a muchas de ellas. 

Esta red de solidaridad se presenta de forma especialmente heroica en lo que respecta al embarazo y el parto. Existe toda una tradición femenina de Daime en el arte de la partería. Ella permanece viva, es transmitida de generación en generación y se encuentra protegida por celosos guardianes. 

También es importante decir que este texto trata específicamente del Santo Daime. Cada tradición basada en la Ayahuasca tiene su propia cultura, de manera que lo que ocurre en el contexto del Daime no puede ser generalizado a todo el universo basado en la Ayahuasca. 

En el Santo Daime las mujeres tienen derecho a tomar ayahuasca durante todo el período de embarazo y también durante el parto. Es una elección individual de la mujer, y nadie puede obligarla a hacerlo.

En el Santo Daime las mujeres tienen derecho a tomar ayahuasca durante todo el período de embarazo y también durante el parto. Es una elección individual de la mujer, y nadie puede obligarla a hacerlo. Al igual que en el caso de los niños y de las niñas, las mujeres embarazadas consumen dosis más pequeñas que el resto del grupo (lo que suele ser comprendido como un acto simbólico). Las mujeres embarazadas también pueden participar normalmente en los rituales, aunque sin obligación de hacerlo, prevaleciendo su libertad de elección (Labate, 2011). 

Esta libertad ha sido cuestionada por algunos agentes estatales y emprendedores morales a lo largo de las décadas, a pesar de la ausencia de pruebas científicas de que el consumo de ayahuasca pueda causar daños a las mujeres embarazadas, a los/as niños/as pequeños/as y a los fetos, y de la experiencia de vida de mujeres, niños/as y familias sanas en las comunidades daimistas, ampliamente documentada en la literatura antropológica. 

Dicho esto, no fue menos que histórico cuando, en 2010, la agencia gubernamental brasileña responsable por la política nacional de drogas, la CONAD, tomó la decisión de garantizar a las mujeres embarazadas la autonomía y el derecho a consumir ayahuasca en sus prácticas religiosas (CONAD, 2010). 

Esta decisión continúa vigente en Brasil, y es un hito en la política de drogas del país y un ejemplo mundial. Se entiende, en el contexto brasileño, que es la mujer la que debe decidir si ingiere o no ayahuasca durante el embarazo, y el poder familiar el que decide si puede administrarse o no la bebida a los/as niños/as. 

En este caso, por tanto, la larga experiencia de las familias a lo largo de generaciones y la libertad religiosa primaron sobre los prejuicios sociales, la política de “guerra contra las drogas” y el control médico-legal masculino de los cuerpos femeninos. 

El uso de la ayahuasca por parte de las mujeres durante el embarazo y el parto puede ser visto, así, como un acto de resistencia a la violencia colonial y patriarcal.

El uso de la ayahuasca por parte de las mujeres durante el embarazo y el parto puede ser visto, así, como un acto de resistencia a la violencia colonial y patriarcal, así como también una forma de mantener las prácticas tradicionales de cuidado con sus posibilidades de cultivar y compartir conocimientos, saberes y experiencias vinculadas al universo de la partería. 

Las parteras tradicionales y una red de solidaridad entre mujeres

“De nada sirve que una mujer diga que es comadrona si no hay confianza por parte de la comunidad”, afirma Clarice Andreozzi, comadrona reconocida de la línea daimista del ICEFLU. 

El arte de la partería tiene que ver con la transmisión de conocimientos entre las mujeres: no es una actividad individual y solitaria, sino que está implicada en una red de apoyo y solidaridad con raíces ancestrales. 

“Es un conocimiento tradicional, ancestral, que se transmite de generación en generación”, recuerda Clarice, que añade: “Los conocimientos de las comadronas tradicionales no sólo están relacionados con el parto. A menudo se asocian también con el conocimiento de las hierbas. Muchas comadronas son curanderas, benzedeiras1. Y también son una referencia para el cuidado de las mujeres en una comunidad. La comadrona es una mujer en la que confían otras mujeres. No sólo se ocupa de los partos, sino también de los problemas de las mujeres”.

Una de las principales referencias históricas del universo daimista en este tema fue Madrinha Cristina Raulino. “A partir del noveno mes, Madrinha Cristina ya comienza a acompañar a las mujeres. A partir del noveno mes, una cucharadita de postre (de ayahuasca) cada noche. Ayuda a relajar y a enfrentar el dolor durante el parto”, recuerda Vera Fróes, importante estudiosa de las plantas y el universo femenino en Santo Daime (Fróes, 2014). 

Madrinha Cristina fue la principal mentora y defensora de muchas mujeres en el arte de la partería, entre ellas Clarice, que dice que se hizo partera para “apoyar a las mujeres para que no pasen por las mismas dificultades que yo pasé. Toda la violencia obstétrica. Toda la falta de información, en el posparto, con la lactancia materna”.

Hoy, Clarice forma parte de la red “Daime a Luz”, un proyecto de mujeres vinculado a la ICEFLU que busca fortalecer y empoderar a las parteras que viven en las comunidades daimistas de la selva, “y que pueden convertirse en las maestras de las nuevas parteras”, especialmente en Céu do Mapiá, matriz de la línea expansionista del Santo Daime, fundada por Padrinho Sebastião – vale destacar que él mismo ha actuado también como partero reconocido por la comunidad. 

El arte del parto y la libertad de las mujeres sobre sus cuerpos y  deseos

Con la expansión del Santo Daime a los grandes centros urbanos, el público daimista pasó a tener un perfil socioeconómico más próximo a la medicalización de la experiencia del parto y alejado de las raíces culturales amazónicas de la religión. Esto contribuyó a que el parto realizado por las parteras tradicionales con el uso de la ayahuasca, incluso en las comunidades de la selva, fuera en muchos casos dejado de lado a favor de los llamados métodos “modernos”, y de esta manera el hogar/comunidad fue cediendo cada vez más el lugar de nacimiento al hospital. 

Según Meyer & Meyer (2013), esta transición también está relacionada con la percepción que la ciudadanía media en Brasil tiene del parto como una “enfermedad” o “padecimiento”, lo que ayudaría a explicar la alta tasa de partos realizados por medios tecnocráticos. Por otro lado, señalan, el mantenimiento del parto doméstico tradicional en las comunidades ribereñas y más aisladas de la selva estaría relacionado con la escasez de recursos y las dificultades para acceder a los servicios hospitalarios. 

No se trata aquí de oponer necesariamente los conocimientos biomédicos modernos a los tradicionales. Se puede decir que la mayoría de los daimistas no ven una contradicción, sino una complementariedad, entre las técnicas modernas y las tradicionales de cuidado.

Lo que nos interesa no es una oposición falaz entre “tradición” y “modernidad”, sino entre la violencia y la libertad de las mujeres sobre sus propias vidas, cuerpos y deseos.

Lo que nos interesa no es una oposición falaz entre “tradición” y “modernidad”, sino entre la violencia y la libertad de las mujeres sobre sus propias vidas, cuerpos y deseos. Para ello, la información de calidad sobre las posibilidades de elección en torno al embarazo y el parto, así como la valoración de la expertise femenina en el cuidado entre mujeres, desempeñan un papel importante.

Es en este sentido que Vera Fróes (2017) afirma que “mantener viva la tradición del parto humanizado es un acto de resistencia contra el monopolio de las prácticas sanitarias y de la producción de medicamentos, así como la valoración de nuestro patrimonio cultural, contenido en los saberes y haceres tradicionales intuitivos o empíricos sobre el uso de las plantas”. 

Conoce la Indigenous Reciprocity Initiative of the Americas.

El ritual daimista del parto

Podemos definir la vida en una comunidad del Santo Daime como una experiencia de vida ritualizada. Hay rituales para todo tipo de iniciaciones, desde el matrimonio hasta el bautismo, y con el parto no ocurre de forma diferente. 

Clarice define el ritual del parto del Daime como un “ritual de simplicidad, que une la sencillez del Daime a la naturalidad y simplicidad del parto”. Según ella, los elementos fundamentales de este momento son la fe y la confianza de la mujer en su propio proceso: 

En primer lugar, con las personas que están presentes, se abre el trabajo espiritual. Para ello, se hace la Señal de la Cruz y se reza un Padre Nuestro y un Ave María. Después se reza pidiendo la protección de Nuestra Señora del Buen Nacimiento, del Mestre Irineu, del Padrinho Sebastião y de nuestros guías espirituales. Poco después consagramos el Daime (ayahuasca). Dependiendo del tiempo que haga en ese momento, podemos entonar otras oraciones, elegir un himno para tocar o cantar, hasta que empiece el parto. 

El momento del parto varía mucho. Así que vamos observando el ritmo, la confianza, la presencia, el empoderamiento de la mujer en su proceso. Después de un tiempo, servimos un poco más de Daime, y también podemos realizar una fumada y proporcionar baños de asiento.

Cuando la mujer siente miedo, sacamos nuestras oraciones y nuestros rezos. Y vamos allí dentro de esa firmeza espiritual tomando ese trabajo. A veces la mujer quiere meditar. A veces quiere quedarse en la bañera. Tiene la libertad de experimentar su proceso. Cuando el bebé nace, cantamos el himno ‘Sol, Luz e Estrela’ [Sol, Luz y Estrella], de Mestre Irineu, y el himno ‘Sou Luz, Dou Luz’ [Soy Luz, Doy Luz], del Padrinho Sebastião. Después de dar la bienvenida al bebé, rezamos un Padre Nuestro y un Ave María, agradecemos a los guías y a la ascendencia presente, y cerramos el trabajo. 

Si la placenta tarda en salir, está la oración de la placenta, por Santa Margarita. Mientras tanto, hacemos masajes – hay varias técnicas diferentes, como la vaporización del útero, la defumación con Santa María, la invocación de su presencia sagrada, y así seguimos las necesidades que se presentan durante el parto. Cada nacimiento es una nueva experiencia, un nuevo aprendizaje”.

La médica Adelise Noal, otra importante comadrona del Santo Daime, comparte un poco de la emoción que supone vivir el nacimiento en el ámbito del Santo Daime: “El cuerpo se estremece al recibir a un ser humano recién nacido del vientre materno, como si estuviera en estado de trance. El florecimiento de una flor, regada con el vino de las almas (ayahuasca)”. (Noal, 2021). 

Como vemos, el ritual Daime del parto está profundamente relacionado con la fe y los valores compartidos por las mujeres que componen esta religión, sentimiento que comparte la primera autora de este artículo, que tomó ayahuasca en una iglesia del Santo Daime durante todo el periodo de sus embarazos, y considera que el Daime tuvo un papel importante también en los procesos de parto y postparto:

“Durante todo el periodo del parto de mi segundo hijo tomé pequeñas dosis de Santo Daime, lo que me proporcionó la confianza necesaria en mí misma, en el bebé, en el equipo que nos estaba ayudando y en todo el proceso que estaba ocurriendo. Aunque este nacimiento tuvo lugar en un entorno hospitalario, tuvimos la oportunidad de montar un pequeño altar en la habitación. Durante el período de expulsión del bebé, que empezó a durar más de lo previsto, tomé un poco de daime, rezamos algunas oraciones y encendimos una vela, y desde ese momento el bebé nació rápidamente. Ese mismo día humedecimos la boca del niño con un algodón que contenía el Santo Daime, y todo ello contribuyó a una experiencia llena de sentido, que continuó en el período del puerperio y la lactancia”. 

Como vemos, la vinculación de la experiencia del parto al consumo de ayahuasca en el contexto del Santo Daime puede dar confianza y apoyo a las parturientas para experimentar su propio proceso. En este sentido, hay una frase ilustrativa de Padrinho Sebastião, recordada por Vera Fróes, según la cual “las mujeres que toman Daime no mueren de parto” (Fróes, 2014). 

Respeto a la libertad y autonomía de las mujeres

A lo largo de la historia de la civilización occidental, las mujeres han vivido con todo tipo de violencia e intervenciones. En el debate en cuestión, la agencia femenina ha sido constantemente relegada a un segundo plano en favor de los discursos morales y técnicos producidos principalmente por los hombres. A pesar de ello, han seguido y siguen resistiendo, y el ejemplo del arte de dar a luz en la religión del Santo Daime muestra el poder y la luminosidad de las mujeres unidas en colectividad.

Este poder tiene profundas implicaciones subjetivas y colectivas, y ayuda a mantener vivo y fortalecido el tejido social de la comunidad, sus ritos y su cultura en medio de los diversos ataques a los conocimientos y estilos de vida tradicionales de la misma forma que a  la autonomía femenina. 

Esperamos que este luminoso caso brasileño pueda inspirar a la gente a cuestionar la guerra contra las drogas, a despertar su sensibilidad antropológica para observar las culturas humanas desde sus propios términos y cosmovisiones y a luchar por los derechos de las mujeres. 

Y que cada vez más mujeres puedan alzar la voz y ser protagonistas de sus propias vidas, con plena libertad sobre sus cuerpos, sus deseos, su conciencia y su espiritualidad. Tal vez así sea posible que la humanidad geste y dé a luz la tan soñada utopía de un mundo mejor para todas y todos.  

Artículo traducido por Ana Gretel Echazú ​Böschemeier, PhD. Contacto: gretigre@gmail.com

Portada e Ilustración interior de Mariom Luna.

(1)  [N de la T]: Bendezeiras son mujeres que en diversas partes de Brasil ejercitan el arte de los cuidados y cura a través de sus oraciones.

Referencias:

Meyer, M.E. & Meyer, M.D. (2013). Los Niños de la Reina, Ayahuasca y Embarazo: Un Informe Preliminar. En:  Labate, Beatriz C; Bouso, José C. (Ed.). Ayahuasca y salud. La Liebre de Marzo, Barcelona.

Labate, Beatriz. (2011) ‘Consumption of Ayahuasca by Children and Pregnant Women: Medical Controversies and Religious Perspectives’, Journal of Psychoactive Drugs, 43: 1, 27 — 35. http://dx.doi.org/10.1080/02791072.2011.566498 

Rodrigues, Jacqueline e Assis, Glauber L. Madrinha Rita: Matriarca brasileira da ayahuasca. https://chacruna-la.org/madrinha-rita-matriarca-brasileira-da-ayahuasca/

Fróes, Vera. O uso do Santo Daime no parto. Disponible en: https://chacruna-la.org/o-uso-do-santo-daime-no-parto/

Fróes, Vera. (2014). Relato #04. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7utyQoyzYpk

Noal, Adelise. (2021). Os Psicodélicos no Universo Feminino do Partejar. Disponible en: https://chacruna-la.org/psicodelicos-no-partejar

CONAD (2010). Resolução n.01. Disponible en: www.bialabate.net/wpcontent/uploads/2008/08/Resolução-Conad-_1_25_01_2010.pdf

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