La guerra contra las drogas en América Latina y el Caribe ha afectado negativamente a los pueblos indígenas de la región. Este enfoque del mercado ilegal de drogas impulsado por Estados Unidos se basa en una estrategia militarizada que reprime a los consumidores, encarcela masivamente a las poblaciones más pobres y se utiliza para promover los intereses de las élites y el capitalismo global.
En este foro de Chacruna Latinoamérica, la doctora Bia Labate, Directora ejecutiva del Instituto Chacruna de Plantas Psicodélicas Medicinales conversa con Natalia Rebollo, coordinadora y abogada del Ayahuasca Defense Fund, un programa de ICEERS compuesto por expertas y expertos en política de drogas, abogadas y abogados, estrategas legales y académicas y académicos reconocidos.
Al comienzo de sus memorias, Rosemary escribe: “Recuperé mi libertad y ahora puedo contar mi historia”. La verdad es que Rosemary nunca pudo escribir completamente su historia porque el miedo a la autoincriminación se cernía sobre su cabeza como una espada de Damocles. Aunque era “legalmente” libre para escribir su historia, siempre estuvo agobiada por el peso del pasado.
La historiadora Zinnia V. Capó analiza la compleja situación política que atravesó México a inicios del Siglo XX, cuando gobernantes revolucionarios y posrevolucionarios establecieron leyes que rechazaban las prácticas relacionadas con el alcohol, opio y otros “vicios” de la sociedad.
Las trágicas consecuencias de la guerra contra las drogas en México y Brasil son cada vez más repudiadas. Ante esto, surgió la iniciativa de hacer un espacio de reflexión que fortalezca la colaboración entre expertos mexicanos y brasileños, con el fin de discutir nuevos modelos de gestión en el uso y dependencia de las drogas, más allá de la represión, del estigma y de la permanente conversión de los consumidores en enemigos morales.