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Conspiritualidad: La cara oculta de la revolución psicodélica

Glauber Loures de Assis aborda la cuestión de la conspiritualidad dentro del renacimiento psicodélico y muestra cómo estas ideas occidentales han repercutido en el Sur Global. Ofrece formas de avanzar que aborden estas cuestiones. Subraya la necesidad de contrarrestar el individualismo de la conspiritualidad para construir una comunidad psicodélica solidaria y recíproca en el futuro.

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El Dr. Glauber Loures de Assis es Doctor en Sociología por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) e Investigador Asociado del Grupo Interdisciplinario de Estudios Psicoactivos (NEIP) en Brasil. Sus principales intereses incluyen las religiones ayahuasqueras, los nuevos movimientos religiosos, la internacionalización de las religiones brasileñas, el uso de drogas en la sociedad contemporánea y la paternidad psicodélica. Es autor de numerosos artículos y capítulos de libros, y coeditor del libro Women and Psychedelics: Uncovering Invisible Voices (Synergetic Press/Chacruna Institute, en prensa). Glauber es también un practicante de ayahuasca con 15 años de experiencia. Ha construido esta práctica en diálogo con su comunidad local de ayahuasca brasileña y con la bendición de ancianos y activistas indígenas de Brasil. También es el líder de Jornadas de Kura, un centro de medicina vegetal en Brasil. Es padre de 3 hijos y vive con su esposa Jacqueline Rodrigues en Santa Luzia, Minas Gerais, Brasil.

El Norte Global está experimentando una explosión de interés por los psicodélicos, que ha llevado a terapeutas, médicos, artistas, empresas, organizaciones sin ánimo de lucro e investigadores a adoptar las plantas sagradas como herramientas para mejorar la salud y potenciar la creatividad.

Algunos dicen que estamos viviendo una revolución psicodélica. Un renacimiento psicodélico. Un gran avance mundial.

Pero, ¿no sería una responsabilidad demasiado grande achacársela a las sustancias?

Ilustración de Trey Brasher

Cuando hablamos de psicodélicos, no hablamos sólo de sustancias. Hablamos de cultura, espiritualidad, tradiciones del Sur Global y de las prácticas protegidas durante siglos por los pueblos indígenas. Hablamos de intercambios culturales y financieros. De ideologías. De política. Y todas estas dimensiones de la psicodelia conllevan grandes desafíos sobre los que necesitamos tener conciencia y capacidad de crítica y autorreflexividad.

No podemos olvidarnos de las cuestiones geopolíticas, el neocolonialismo, la industria armamentística, las guerras por la tierra y el petróleo, la explotación de los trabajadores pobres, el patriarcado y la desigualdad social. No vamos a resolver estas cosas sólo con una sesión de terapia individual o un insight con psicodélicos.

LOS PSICODÉLICOS PUEDEN SER POSITIVOS, INDIVIDUALMENTE, PARA TRATAR MALES ESPECÍFICOS. PERO TENGO QUE DECÍRTELO: LOS PSICODÉLICOS NO VAN A SALVAR EL MUNDO.

Los psicodélicos pueden ser positivos, individualmente, para tratar males específicos. Pero tengo que decírtelo: los psicodélicos no van a salvar el mundo. Buena parte de los problemas con los que vivimos hoy en día, incluyendo los millones de personas que tienen depresión, son problemas que tienen profundas causas sociales. La narrativa de la salvación del mundo a través de los psicodélicos deja de lado la complejidad de la experiencia psicodélica y su íntima relación con los contextos sociales y culturales asociados, muy importantes incluso para modular la experiencia individual y dotarla de sentido.

¿Qué es la conspiritualidad?

Nos gusta el nombre de psicodélicos -que también significa “manifestación de la mente”-, pero debemos reconocer que sería mejor que algunas mentes occidentales no se manifestaran en absoluto. Una mente enferma que se manifiesta puede ser un problema, y los psicodélicos pueden incluso empeorar los problemas individuales y sociales.

Por poner sólo un ejemplo, todos podemos recordar el caso de Jake Angeli, el famoso “chamán de QAnon” que asaltó el capitolio de EEUU e intentó dar un golpe de estado contra la toma de posesión de Biden. Un tipo muy psicodélico, organizaba rituales con peyote, sólo come alimentos orgánicos y es una persona “espiritual”. Este tipo que quería cambiar el mundo con psicodélicos también es miembro del movimiento QAnon, que cree que hay una conspiración de gente inmensamente poderosa que extrae la sangre de bebés para conseguir adrenocromo y destruir a Donald Trump, que sería un enviado de Dios para proteger el planeta Tierra.

Y este no es un caso aislado. Hay miles de personas en el universo psicodélico con un perfil similar. Con creencias similares. Y por desgracia, este tipo de cosmovisión también ha sido exportada por el Norte Global a los países del Sur Global.

Jake Angeli (Qanon Shamon), seen holding a Qanon sign. Angeli is a famous example of conspirituality.
Jake Angeli (Qanon Shamon), con un cartel de Qanon. TheUnseen011101. 25 de octubre de 2020. Wikimedia Commons.

Estas personas cuestionan el calentamiento global antropogénico y el establishment científico occidental, en favor de teorías conspirativas y una autoeducación procedente de contenidos producidos por influencers de extrema derecha y compartidos ostensiblemente en las redes sociales. Figuras como JP Sears, David Icke, Jordan Peterson y Joe Rogan son citados constantemente y sus contenidos son publicados por personas de todo el mundo.

“Teoría de los reptilianos”, “Peligro 5G”, “COVID como virus chino creado en laboratorio para destruir Occidente”, “Conspiración illuminati”, “Bill Gates microchipea a todos los humanos”, son eslóganes que ofrecen interpretaciones particulares de las crisis sociales, medioambientales y sanitarias vividas en los últimos años, todos ellos nacidos y difundidos desde el Norte Global y también creídos y empleados con frecuencia por personas del Sur Global.

Algunos antropólogos han dado nombre a este perfil de personas. Y han acuñado el término “conspiritualidad” (Ward & Boas, 2011).

EN RESUMEN, LA CONSPIRITUALIDAD ES UN TÉRMINO QUE DESIGNA LA SUPERPOSICIÓN ENTRE LA ESPIRITUALIDAD NEW AGE (Y A VECES TAMBIÉN PSICODÉLICA) Y LA CULTURA DEL BIENESTAR CON POSTURAS NEGACIONISTAS Y TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN.

En resumen, la conspiritualidad es un término que designa el solapamiento entre la espiritualidad de la Nueva Era (y a veces también psicodélica) y la cultura del bienestar (wellness culture) con posturas negacionistas y teorías de la conspiración. Por supuesto, no todas las personas que forman parte de la Nueva Era o del universo psicodélico son conspiritualistas. Y no todas las personas de extrema derecha y negacionistas están relacionadas con el universo de la Nueva Era y son aficionados a los psicodélicos.

Pero hay una parte no despreciable de personas para las que existen afinidades electivas entre la New Age, el negacionismo y las teorías conspirativas.

Para afinar el concepto, puede ser útil definir el negacionismo y las teorías de la conspiración.

Nada es lo que parece

“Negacionismo” es un término que revela aspectos fascinantes de la conspiritualidad. Se niega la ciencia, se niegan los hechos históricos, se niegan las estadísticas públicas, se niega todo. En resumen, se niega, lo que también significa oponerse al statu quo. Y en este sentido, el negacionismo, puede tener un atractivo casi irresistible tanto para sectores de la población que resienten el avance de las agendas progresistas y el fortalecimiento de los movimientos sociales minoritarios mientras ellos permanecen estancados o viven situaciones de crisis económica, como para jóvenes blancos de clase media que buscan su voz, o incluso para sectores elitistas que buscan justificar privilegios.

A su vez, las teorías de la conspiración se caracterizan por la idea de que existe una fuerza oculta, un complot nefasto que controla la sociedad a nivel nacional o incluso mundial. Las “teorías de la conspiración” son construcciones mentales diferentes de las meras conspiraciones, que pueden ser reales y ocurrir a distintos niveles sociales. Según las teorías de la conspiración, los acontecimientos socialmente relevantes e impactantes nunca ocurren por accidente, sino que son cuidadosamente planeados por las élites que ostentan el poder. Según estas ideas, nada es lo que parece y todo está interconectado, obedeciendo a las decisiones de poderosos agentes invisibles para los grandes medios de comunicación. Medios que intentarían a toda costa manipular y ocultar la verdad a la gente. Además, suelen ser “teorías” improbables y científicamente refutadas. Podemos citar como ejemplos la “teoría” de la Tierra plana y la afirmación de que llevar máscaras no protege a nadie, sino que forma parte de un plan diabólico para acabar con la identidad de las personas.

La vanguardia se ha vuelto distópica. Esto también implica la cooptación de términos y símbolos asociados a los movimientos progresistas de vanguardia, como “desobediencia civil”, “contracultura”, “revolución” y “ecologismo”. La vanguardia conspiritualista apela entonces a la necesidad de autoeducación y de que la gente “investigue” por su cuenta (a través de canales de YouTube y foros de Internet) para entender lo que está pasando. Los conspiritualistas hablan todo el tiempo de “revolución”, “gran cambio” y “transformación”. Esta deseada transformación, sin embargo, no será promovida por movimientos sociales organizados, sino por la transformación del yo, el “despertar de la conciencia” y la “salida de la matrix.”

Two bald, feminine AI heads with cryptic coding scrolling across their faces. The heads are floating in a kind of matrix. The illustration represented "conspiracy." Conspiracies are at the heart of conspirituality.
“Conspiracy” por shellyb22. 2016. Flickr Commons.
  1. Apelación a la idea de la matrix

    La idea de “Matrix” ocupa un lugar destacado entre los grupos conspiritualistas. Hace referencia a la película de ciencia ficción del mismo nombre, y muy específicamente a una lectura de extrema derecha de la película. Existe ya una interesante literatura al respecto, que muestra cómo la película matrix fue cooptada por la extrema derecha, una cooptación que también ocurre con otros símbolos, iconos y producciones culturales que nacen originalmente de un nicho progresista, como es el caso de la estética vaporwave. Bajo el seudónimo de Mencius Moldbug, Curtis Yarvin fue el primero en asociar la política antidemocrática y fascista con la metáfora de la película Matrix (Jones, 2019). Desde entonces, el término “píldora roja” ha sido adoptado por incels, neonazis, partidarios radicales de Trump y multimillonarios con mentalidad conspirativa.

    Según los conspiracionistas, en su visión de un neoplatonismo distópico, más allá del “velo de maya” de la nada glamurosa vida cotidiana y de las facturas que hay que pagar, existe una realidad más importante y más real que justifica conductas excepcionales y, en casos extraordinarios, atrocidades.
  1. Una respuesta a la crisis de la modernidad

    Ante el problema moderno de la bifurcación de la naturaleza, analizado por autores como Latour (1994), muchas personas sienten la necesidad de la reconexión del ser humano con la naturaleza; junto con la crisis de las instituciones y la crisis de la ciencia, y la permanente necesidad individual de respuestas existenciales a las condiciones sociales establecidas, surge el impulso de la cosmovisión conspiritualista, que reduce la complejidad y da sentido a la vida social. La conspiritualidad también ofrece la posibilidad de una “integración” subjetiva del individuo con las fuerzas superiores, la naturaleza, los seres no humanos y el cosmos. Las teorías conspirativas ofrecen explicaciones sencillas para situaciones complejas. Ante la inmensa inseguridad e incertidumbre sobre el COVID-19, por ejemplo, puede resultar tentador pensar que China quiere acabar con Occidente y, por tanto, fabrica el coronavirus en un laboratorio.

  2. Narcisismo

    Incipientes investigaciones identifican ya un alto grado de narcisismo en los llamados “jóvenes místicos” (Joiner, 2017). Esta tendencia hacia una cosmovisión egocéntrica se observa en la prevalencia del discurso New Age centrado en el individuo, y en la interpretación liberal e ideologizada de las tesis místicas de que el “camino apunta hacia dentro”, “como es arriba es abajo”, etc. También prevalece en el circuito de la Nueva Era una “ética del no juicio” que impide criticar visiones del mundo absurdas, prejuiciosas o incluso genocidas. Este fenómeno está impulsado por las redes sociales de Internet y su carácter a veces exhibicionista, que estimula incesantemente la búsqueda de adeptos y la producción de engagement.

Queering Psychedelics: Interseccionalidad, Curación, Espiritualidad y Liberación – En vivo/en línea

  1. Respuesta a traumas personales

    Nuestro trabajo de campo también ha indicado que una parte significativa de los conspiritualistas son personas que ven en este discurso una forma de responder a sus propios traumas pasados. El propio ejemplo de Jake Angeli ilustra este perfil. Problemas con su padre, con las drogas, etc. El discurso conspiritualista permite al individuo trasladar la explicación de sus problemas a la sociedad y culpar a otras personas, grupos o fuerzas ocultas y malignas. En nuestro trabajo de campo, identificamos a personas que adoptaron una cosmovisión conspiritualista tras traumas personales y familiares.

  2. Influencia de la cultura de los videojuegos

    La subcultura de los videojuegos es muy pródiga en la construcción de narrativas alternativas; avatares, tramas intergalácticas, idea de misión, comunidades que orbitan en torno a los juegos, foros muy interactivos en la deep web, idea de maestría, evolución de niveles, formación de clanes y creación de foros anónimos, etc. En definitiva, hay una serie de elementos de la cultura gamer en los que el mundo virtual acaba interfiriendo en el real. Como dice una frase antológica del clásico cyberpunk Neuromante (Gibson, 2019), para muchos jóvenes inmersos en el universo virtual, el mundo real se convierte en una “prisión de carne y hueso”, menos real que la simulación. Un ejemplo importante en este sentido es el juego de la “ballena azul”, creado en foros anónimos de Internet y difundido a través de las redes, que ha llevado al suicidio a varios jóvenes de todo el mundo.

  3. Deseo distorsionado de cambio social

    En cierto modo, el mensaje de la conspiritualidad es la transformación social. Una transformación social ambiciosa, planetaria, global. Una transformación social vía reforma íntima consumista. Las reformas democráticas, las medidas redistributivas y predistributivas, así como los movimientos sociales de base, son algo superado, a superar. La “nueva era” pretende superar los antagonismos de clase y la “polaridad” de las diferencias y desigualdades sociales, mediante el misticismo individualista y el consumo.

  4. Misoginia

    Un rasgo común entre los conspiritualistas es el fuerte machismo, que suele ir acompañado de racismo y homofobia. Por poner un ejemplo, suele haber en este universo un intento de defender la “tradición”, el “mundo que solía ser bueno”, etc. La idea del retorno a una realidad que alguna vez fue o debería ser es un lema importante e ilusorio, así como la nostalgia por un supuesto patriarcado ancestral.

  5. Neuroplasticidad

    Las tecnologías chamánicas son amplificadores de lo que la persona lleva en su constitución psíquica; los psicodélicos y las plantas sagradas son pluripotentes, es decir, pueden precipitar cambios en cualquier dirección, no solo hacia cosmovisiones progresistas; los ritos de trance místico pueden conducir a un cambio en el yo, pero no necesariamente a un cambio hacia una postura más inclusiva y abierta a la diversidad, sino también al resurgimiento de posturas autocráticas e intolerantes (Pace & Devenot, 2021).

LAS TECNOLOGÍAS CHAMÁNICAS SON AMPLIFICADORES DE LO QUE LA PERSONA LLEVA EN SU CONSTITUCIÓN PSÍQUICA; LOS PSICODÉLICOS Y LAS PLANTAS SAGRADAS SON PLURIPOTENTES, ES DECIR, PUEDEN PRECIPITAR CAMBIOS EN CUALQUIER DIRECCIÓN, NO SOLO HACIA COSMOVISIONES PROGRESISTAS; LOS RITOS DE TRANCE MÍSTICO PUEDEN CONDUCIR A UN CAMBIO EN EL YO, PERO NO NECESARIAMENTE A UN CAMBIO HACIA UNA POSTURA MÁS INCLUSIVA Y ABIERTA A LA DIVERSIDAD, SINO TAMBIÉN AL RESURGIMIENTO DE POSTURAS AUTOCRÁTICAS E INTOLERANTES.

  1. Apropiación cultural

    Aunque los fenómenos de la Nueva Era y el Renacimiento Psicodélico son fundamentalmente blancos, urbanos, vinculados a estratos medios o elitistas y altamente educados de la población occidental, buena parte de las matrices religiosas tradicionales que alimentan el deseo de consumo espiritual y psicodélico, como el vegetalismo ayahuasquero peruano o las prácticas con hongos en la Sierra Mazateca, provienen de la periferia global y tienen como practicantes a personas no blancas y económicamente desfavorecidas.’

    La apropiación cultural es necesaria para la masificación y comercialización a gran escala de productos y servicios de este mercado abierto en diálogo con los conspiracionistas y la extrema derecha. Es necesaria la conexión con los pueblos originarios para la circulación de prácticas y productos vinculados a sus culturas y saberes ancestrales. Pero no hasta el punto de provocar empatía con sus luchas y reivindicaciones.

    El discurso de los conspiritualistas se refiere a la apropiación de elementos culturales de las sociedades tradicionales. Estas sociedades tradicionales pueden ser míticas o imaginarias, como la Atlántida o Ratanaba, o reales, como los pueblos nativos que sufrieron los estragos de la colonización europea. Y en la perspectiva conspiritualista, estas sociedades que existen en estado de lucha y resistencia contra las fuerzas del genocidio y la opresión colonial son despojadas de su agencia y sus conocimientos son apropiados, a menudo con argumentos generalizadores de que “todo es universal”, “todo está conectado”, “todos somos hermanos”, “todos somos trabajadores de la luz”, etc.

    Esto implica no solo capitalizar la evidente apropiación que se hace de la cultura, los seres vivos y los objetos de estas sociedades “exóticas”, sino también producir un simulacro de las prácticas asimiladas.
An image of a carved wooden statue of an Indigenous person with a headdress on while also wearing a kilt and other traditionally Scottish items. The figure is representative of cultural appropriation, which is an characteristic of conspirituality.
“Tanta apropiación cultural aquí.” de Sean Hackbarth. 2016. Flickr Commons.

Capitalismo psicodélico


Mientras que los intercambios culturales son parte natural e integral de las relaciones sociales entre pueblos nativos y no indígenas, la apropiación cultural excluye la reciprocidad y el reconocimiento de las culturas nativas, relegándolas incluso a un lugar folclórico y convirtiendo sus historias y culturas en mercancías, sin pagar, por supuesto, las debidas regalías.

Esta reflexión merece ser profundizada y aquí solo se menciona de pasada, pero llama la atención sobre cómo la ayahuasca, el peyote y otras plantas sagradas originarias del Sur Global, el chamanismo amerindio, la “magia africana”, la “espiritualidad india” y las prácticas agroforestales ancestrales y regenerativas son vendidas acríticamente como mercancía decolonial, alimentando el imaginario de clases medias del Occidente blanco sin producir cambios significativos en la vida de las poblaciones tradicionales a las que hacen referencia y homogeneizándolas indiscriminadamente.

A diferencia de la contracultura occidental de los años 60, el “Renacimiento Psicodélico” es un fenómeno político y cultural integrado ideológicamente en el capitalismo globalizado. Por esta razón, en lugar del término “Renacimiento Psicodélico” nos parece más creíble y realista la idea de “Capitalismo Psicodélico“; es decir, la racionalización del uso tradicional de psicodélicos que va acompañada del avance de la ciencia hacia la producción de drogas, la creación de un sistema de celebridades dentro del campo (con una lista de las 100 personas más influyentes del mundo psicodélico), y la mercantilización de estas sustancias y sus ritos asociados a través de la apropiación cultural.

Hoy en día, socialités, famosos y empresarios de Silicon Valley son entusiastas de los poderes visionarios de los psicodélicos, y uno de los más influyentes de ellos, Tim Ferris, afirmó que casi sin excepción no conoce a ningún multimillonario que no consuma psicodélicos regularmente.

¿Cómo podemos hacerlo mejor?


Como podemos ver, el campo de la psicodelia está lleno de retos. Si queremos superar estos retos, necesitamos tener el valor de pensar en los psicodélicos más allá de los prometedores resultados de los ensayos clínicos y las grandes conferencias científicas sobre el tema. Tenemos que pensar en el uso de los psicodélicos en sus implicaciones sociales, culturales y políticas en la vida de las personas.

Hay al menos 5 maneras en las que podemos hacerlo de forma diferente:

Aceptar la diferencia


En lugar de propagar la idea de que todos somos iguales y una enorme comunidad psicodélica global, podemos reconocer que somos seres muy diferentes. Existen grandes diferencias y desigualdades sociales entre los científicos blancos del Norte Global y los curanderos tradicionales de la Amazonia peruana.

EN LUGAR DE PROPAGAR LA IDEA DE QUE TODOS SOMOS IGUALES Y UNA ENORME COMUNIDAD PSICODÉLICA GLOBAL, PODEMOS RECONOCER QUE SOMOS SERES BASTANTE DIFERENTES. HAY GRANDES DIFERENCIAS Y DESIGUALDADES SOCIALES ENTRE LOS CIENTÍFICOS BLANCOS DEL NORTE GLOBAL Y LOS CURANDEROS TRADICIONALES DE LA AMAZONIA PERUANA.

Hay diferencias entre los entusiastas psicodélicos multimillonarios blancos y las mujeres negras de Brasil que tienen que coger dos autobuses al día para ir a trabajar. Esas diferencias también representan desigualdades en los beneficios, explotación laboral, destrucción del medio ambiente, epistemicidio, etc.

Al reconocer las diferencias en el campo, podemos abrirnos a escuchar voces que han sido silenciadas, aprender de culturas que han sido diezmadas y adoptar un enfoque más productivo para construir puentes y alianzas entre diferentes formas de conocimiento.

Cultivar la reciprocidad


Los guardianes inmemoriales de las plantas sagradas y las culturas psicodélicas son los pueblos tradicionales e indígenas.

Es importante que existan relaciones recíprocas ya establecidas entre los entusiastas de la psicodelia del Norte Global y las comunidades tradicionales. Al participar en un ritual con psicodélicos, por ejemplo, puedes tratar de averiguar qué relaciones mantienen los líderes locales con los líderes indígenas. Siempre puedes dar preferencia al apoyo a ONG’s, conferencias e investigaciones comprometidas con devolver algo a los pueblos indígenas, como es el caso de la Iniciativa de Reciprocidad Indígena, por ejemplo.

Puedes viajar al Sur Global, aprender otro idioma, conocer otras culturas y hacer donaciones a movimientos sociales que apoyen las luchas indígenas por la tierra.

Incluir a las personas BIPOC y a la comunidad queer

Siglos de opresión colonial, patriarcado y heteronormatividad también dejan su huella en el campo psicodélico. Miles de personas BIPOC y queer sufren el estigma social y los prejuicios en el universo psicodélico. Es importante que el renacimiento psicodélico pueda pensar en la justicia social e incluir a todas las personas. Para ello es crucial que pueda mirar a las desigualdades sociales de Occidente, tener empatía por las causas sociales de las minorías y construir espacios de diálogo en los que estas voces puedan ser escuchadas.

Mestre Irineu, a Black man from Brazil who founded the Santo Daime religion, smoking tobacco, 1968.
Mestre Irineu, negro brasileño fundador de la religión del Santo Daime, fumando tabaco, 1968. Crédito: Carlos Marques, Revista Manchete.

Tomarse en serio las culturas, los científicos y el liderazgo del Sur Global


Brasil ocupa el tercer lugar en la publicación de artículos sobre psicodélicos. México es el país con mayor número de psicodélicos encontrados en la naturaleza. Bolivia tiene una tradición de al menos 1000 años en el uso de psicodélicos.

Es importante reconocer la sabiduría ancestral de los pueblos del Sur Global. Reconocer las epistemologías indígenas como fuentes válidas de conocimiento. Reconocer las prácticas curativas ancestrales como una forma de medicina diferente, pero válida, que merece respeto. Pero también es importante reconocer el liderazgo de la investigación y la producción científica en los países de habla no inglesa. En el Sur Global se están llevando a cabo investigaciones de vanguardia en diversos campos del conocimiento, desde la psiquiatría y la neurociencia hasta la antropología y las ciencias sociales.

La revolución psicodélica necesita una educación psicodélica

El filósofo indígena Ailton Krenak es muy crítico con el renacimiento psicodélico y el uso contemporáneo de plantas sagradas, que compara con una “moda” análoga a la popularidad de los gurús indios en el Occidente blanco durante la explosión de la contracultura estadounidense. Según él, “pueden vender productos llamados ayahuasca, pueden vender refrescos que se llaman ayahuasca, lo que no pueden vender es la forma en que un chamán habla con la planta, eso no se puede vender. La gente como mucho comprará un billete que no va a ninguna parte”.

MÁS QUE UNA CONCIENCIA INDIVIDUAL EXPANDIDA, ES IMPORTANTE QUE TENGAMOS UNA CONCIENCIA SOCIAL EXPANDIDA. QUE PODAMOS INVOLUCRARNOS CON LAS CAUSAS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS E INCLUIR A TODAS LAS PERSONAS EN EL RENACIMIENTO PSICODÉLICO.

Más que una conciencia individual expandida, es importante que tengamos una conciencia social expandida. Que podamos involucrarnos con las causas de los pueblos indígenas e incluir a todas las personas en el renacimiento psicodélico.

Una revolución psicodélica requiere más que ensayos clínicos y terapia psicodélica. También requiere educación psicodélica.

Traducción de Ibrahim Gabriell
Portada de Mariom Luna.

Artículo publicado originalmente en Chacruna Institute

Referencias

Joiner, T. (2017). Mindlessness: The corruption of mindfulness in a culture of narcissism. Oxford University Press.

Jones, A. (2019). From neoreactionary theory to the alt-right. Critical Theory and the Humanities in the Age of the Alt-Right, 101-120.

PACE, B. A., & DEVENOT, N. (2021). Right-wing psychedelia: Case studies in cultural plasticity and political pluripotency. Frontiers in Psychology, 4915.

Ward, C., and David V. (2011). The emergence of conspirituality. Journal of Contemporary Religion 26 (1): 103-121.

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