Gautier Dassoneville
Gautier Dassonneville es doctor en Filosofía (Universidad de Lieja y Universidad de Lille-3) e hipnoterapeuta en Lieja, Bélgica. Se interesa por la historia de la filosofía psicológica francesa y explora la temática de la conciencia y la imaginación.
Esta es una versión abreviada del capítulo de Gautier Dassoneville, “Mescalina, entre psicopatología y fenomenología: Sartre y la experimentación en la Francia de los años treinta”, en la colección editada Expanding Mindscapes: A Global History of Psychedelics, que se publicó con MIT Press el 21 de noviembre de 2023.
En este artículo, y en el capítulo relacionado, examino la historia no documentada de la mescalina en los círculos médicos y psiquiátricos de Francia, reconstruyendo el contexto científico en el que tuvo lugar el famoso mal viaje de Jean-Paul Sartre en febrero de 1935. De este modo, podemos considerar en primer lugar que el propio término de “mal viaje” que a veces se atribuye a la experiencia retrospectivamente sobre la base de los relatos de Simone de Beauvoir (1908-1986) en The Prime of Life en 1960, y del propio Sartre en 1970 puede connotar una perspectiva psicodélica que aún no existía.
A mediados de la década de 1930, el escritor y filósofo francés estaba formulando una teoría fenomenológica de la imaginación, que presentó en La imaginación (1936) y desarrolló en El imaginario (1940), cuando decidió inyectarse mescalina bajo la supervisión del psiquiatra Daniel Lagache (1903-1972), antiguo colega de la École Normale Supérieure (ENS), que por entonces hacía prácticas en el servicio de psiquiatría del hospital Sainte-Anne.
Tras estas inyecciones, Sartre fue presa de visiones un tanto pesadillescas descritas por Beauvoir: “Veía bultos-paraguas, zapatos-esqueleto, rostros monstruosos; a su alrededor había cangrejos rastreros, pulpos, cosas contorsionadas”. Durante la intoxicación, el alucinógeno no produjo las agradables visiones oníricas y caleidoscópicas que Sartre esperaba. Sin embargo, sí tuvo un impacto en su psique: durante varios meses le persiguieron recuerdos de esas alucinaciones. Según Sartre, la mescalina fue la “causa fortuita” que le sumió en una depresión que duró de marzo de 1935 a marzo de 1937.
Influido por sus investigaciones sobre psicopatología, Sartre creía sufrir durante este periodo un ataque crónico de psicosis alucinatoria. Sin embargo, finalmente decidió entrar en razón y acabar de una vez por todas con sus alucinaciones crustáceas.
Para comprender este episodio legendario que la narración de Beauvoir sitúa en los inicios del existencialismo francés, conviene situar la experiencia mescalínica de Sartre en el contexto teórico y cultural de la filosofía francesa de entreguerras.
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En aquella época, la mescalina era un punto de encuentro para una generación de intelectuales franceses que buscaban inspiración en las escuelas de pensamiento alemanas, como la fenomenología, la psicología de la Gestalt y el psicoanálisis. Mi capítulo en Expanding Mindscapes destaca esta interacción entre filosofía y psiquiatría en Francia.
En primer lugar, sitúo la experiencia de Sartre con la mescalina en el contexto de la influencia de Karl Jaspers en la psicofilosofía francesa de los años treinta, mediante la incorporación de las ideas fenomenológicas, que se centran en el sentido y el significado de la experiencia vivida. Este campo de pensamiento y las investigaciones de Jaspers influyeron en el trabajo de varias personas que trabajaban en Sainte-Anne en la época de la experimentación con mescalina de Sartre. De los escritos de estas personas se puede deducir que Sartre no se adentró en la mescalina experimentando un “viaje” porque esta no era la forma en que la gente de la época hablaba de estas experiencias. Más bien se adentró en la experiencia con la esperanza de comprender mejor la conciencia alucinatoria.
Sartre también se inspiró en las ideas del neuropsiquiatra inglés John Hughlings Jackson. Jackson había desarrollado principios de lo que él llamaba la evolución y disolución de las estructuras, y sus teorías hacían hincapié en el funcionalismo biopsicológico, es decir, un enfoque en el que la psique es un plano estructural irreductible al plano orgánico, pero correlativo a su grado de desarrollo y estado. En mi capítulo, reconstruyo el modelo jacksoniano y muestro cómo influyó en las investigaciones sobre la mescalina llevadas a cabo en Saint-Anne a mediados de la década de 1930, dando lugar a una visión de las alucinaciones con mescalina que enfatizaba sus funciones liberadoras y restaba importancia a sus efectos delirantes.
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Examinando las notas y escritos de Sartre tras su experiencia con la mescalina, muestro en el capítulo cómo Sartre entretejió estos campos de pensamiento en su propio pensamiento, creando finalmente un camino de exploración por el que acabó formulando una teoría de la imaginación patológica, que se basaba en la espontaneidad absoluta e impersonal de la conciencia.
A partir del relato de Sartre, así como del examen de otros acontecimientos que se produjeron en el seno de la comunidad médica y científica en los años treinta, podemos afirmar que la mescalina en Francia se encontró atrapada entre la psicopatología y la fenomenología, en el centro de un debate en torno a los principios filosóficos y metafísicos que subyacen a los paradigmas epistemológicos utilizados en psiquiatría.
Este artículo fue originalmente publicado en inglés por Chacruna Institute.
Artículo traducido por Ibrahim Gabriell.
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