En 1970, el poeta Gil Scott Heron escribió que “la revolución no será televisada”—sería, dijo, en vivo. Ese sería el caso del movimiento de los derechos civiles, pero la nueva revolución psicodélica sí será televisada, y también en vivo. Viendo la historia de los movimientos de justicia social, es razonable actuar con cautela ante los medios de comunicación. Como muchos aprendieron durante los movimientos de justicia social durante los años 60 y 70, los noticieros pueden crear o quebrar un movimiento, esto dependiendo en que los reportes sean positivos o negativos, y en cómo lo encuadren. En realidad, el mundo entero nos vigila, y tenemos que asegurarnos que nuestro trabajo sea representado de un modo que se alinee con nuestros valores, que maximiza tanto la salud pública y las normas de seguridad como la creación máxima de beneficios para los seres humanos.
Así que, en lugar de tomar una actitud temerosa y defensiva ante la prensa, yo propongo que involucremos a los medios de comunicación en masa como si fuesen nuestros aliados y amigos, y sobre todo como si fuesen nuestros estudiantes. Es nuestra responsabilidad educar a los que producen los medios de comunicación, no luchar contra ellos. Este tema se trata de la confiabilidad y la transparencia. El Centro de Recursos de Temas Sociales indica:
La ruta a la confiabilidad es por mejor comunicación, juntos y cada vez con más involucración y dialogo entre las comunidades científicas y la sociedad civil – un proceso en el cual los medios populares tienen una parte crítica que jugar.
También creo que es interesante que en 9 años de experiencia trabajando con periodistas, nunca he conocido un reportero que estuviera intentando perjudicar a los psicodélicos. Más bien, el mayor reto en los medios de comunicación ha sido que los periodistas exageran sus beneficios. La idea principal que quiero expresar hoy es que necesitamos trabajar juntos con los medios, no contra ellos – ya que ellos son indispensables en la educación pública y la reducción de daños físicos o “Harm Reduction” como es conocido en inglés. Sobre todo, somos educadores.
No es la intención ni la meta de MAPS “medicalizar” los psicodélicos. Por lo menos para algunas personas, el término “medicalizar” implica que los medicamentos mismos han cambiado y que han sido sacados de viejos contextos e inyectados en nuevos contextos. Esa no es nuestra meta.
Al contrario, nuestra intención es crear nuevas posibilidades para los usos científicos y médicos y a la vez apoyar sus usos en ámbitos tradicionales. Así que no hablamos acerca de lo que hacemos para “medicalizar” los psicodélicos, pero para “legitimarlos” en todas las áreas, de las cuales la ciencia y la psiquiatría son solo dos.
Trabajar directamente con los medios para generar reportes positivos y honestos nos permite alcanzar mucho. Esto incluye la demonstración de colaboraciones con instituciones establecidas las cuales dan validez a nuestro trabajo en los ojos del público. Los reportes de los medios también expanden el apoyo de las opiniones claves de líderes, legisladores y fundadores que a la vez estimulan más investigación. De igual manera, al mostrar cuanta gente hay en el mundo que están interesados en este campo, estimula nuevas colaboraciones en la investigación científica y terapéutica de los psicodélicos. Al parecer, todos los meses nos damos cuenta de un nuevo proyecto de investigación o el comienzo de un nuevo centro de tratamiento de los cuales no conocíamos previamente.
La promoción de los resultados de las investigaciones y la educación al público también provee la necesaria reducción de daños corporales. Ya que la gente buscará y usará estas sustancias de todos modos, educarlos honestamente es un asunto de salud pública. También, las historias por los medios nos permiten mostrar que la investigación de psicodélicos es un tema bipartidario y son importantes para ganar el apoyo de legisladores a lo largo de todo el espectro político.
La conversación pública acerca del beneficio de los usos de sustancia psicodélicas está cambiando significativamente. Poco a poco pero firmemente está llegando a ser más racional, consistente, basado en la ciencia y positiva. No es una nueva marca en el sentido de apropiación, sino en el sentido de dar una nueva reputación, una nueva imagen a estas sustancias y sus usos.
Hay un creciente número de áreas por las cuales los medios tienen afán de reportar el uso de psicodélicos y plantas medicinales. Estos son “lentes” o “marcos” que los medios tienden utilizar para seleccionar lo que cuenta como noticias. Sin embargo, se les presta más atención a los psicodélicos que a cualquier otro tema, irónicamente, por su historia de estigma. Los psicodélicos son fascinantes. Los psicodélicos, de cierto modo, se venden solos—esto nos ayuda y nos desafía.
El apoyo público por la investigación de psicodélicos, sin duda, está creciendo en los Estados Unidos. Una encuesta del año pasado reveló que “la mayoría de americanos están dispuestos a aceptar la terapia psicodélica”, específicamente, el 53% “apoyan que los investigadores se les permita el estudio de sustancias ilegales” y el 56% de ellos estarían dispuestos a recibir terapia con psicodélicos. Estas estadísticas son increíblemente impresionantes, pero también muestran que tenemos mucho que mejorar. La misma encuesta muestra que el 21% de americanos en la actualidad se oponen a la investigación de psicodélicos – no vemos, por ejemplo, el 21% de americanos opuestos a la investigación contra el cáncer – esto muestra la cantidad significante de trabajo que aún tenemos por delante.
Existen 6 áreas en las que los psicodélicos han empezado a formar parte de las narrativas de la cultura dominante, o, en otras palabras, áreas donde los psicodélicos están siendo legitimados o lugares donde se articulan diferentes tipos de historias. Los siguientes son ejemplos de artículos enfocados en estas áreas:
- Las áreas de farmacología y neurociencia son dos de las áreas de investigación que reciben la mejor cobertura y financiamiento hoy día.
- Otra área, en la cual MAPS se ha enfocado lo máximo es la psiquiatría. Estas historias se enfocan en el aumento de investigación de la psicoterapia asistida con MDMA y la psicoterapia asistida con la psilocibina para trastornos de ansiedad, especialmente el trastorno de estrés post-traumático, la ansiedad y la depresión.También hay muchos otros reportes en psicodélicos como tratamientos de adicción, especialmente ibogaína y ayahuasca.
- Las noticias del militar están en un área por aparte, y ha sido otra gran área de cobertura positiva, debido al tratamiento de los veteranos en las investigaciones de MAPS con MDMA.
- Hay bastantes reportajes acerca de la relación entre los psicodélicos y la espiritualidad, como los retiros de ayahuasca.
- Muchos de estos reportes han descrito ayahuasca como otro modo para los norteamericanos y europeos con poder adquisitivo de experimentar crecimiento espiritual, similar al yoga o la acupuntura, lo cual, obviamente, no es cierto. También ha habido algún reportaje responsable en esta área.
- Más medios están interesados en la historia de cómo los psicodélicos pueden inspirar creatividad, como el tomar micro-dosis de LSD o psilocibina. En estas historias, los psicodélicos no son contraculturales, pero lo opuesto. Más bien, son instrumentos para ayudar a que la gente trabaje de modo más eficiente en sus trabajos, o para que mejoren su arte.
- La innovación es otra área de reportaje regular de los psicodélicos. Las noticias recientes acerca de cómo Bitcoin y otras cripto-monedas están ayudando a financiar la investigación de MAPS ayuda a explicar cómo las nuevas tecnologías distribuidas como Bitcoin y la ciencia psicodélica ayudan a trabajar juntos para transformar la sociedad.Comparados con los últimos 40 años de reportajes, los cuales simplemente repetían la investigación financiada por los gobiernos para representar a los psicodélicos como drogas peligrosas de abuso, todo esto cuenta como una victoria. No obstante, la lucha continúa en áreas donde el reportaje puede mejorar.
- Aún, el prejuicio puede ser muy negativo. Esta es una minoría de artículos, pero aún tenemos que tener prudencia y educar a los periodistas.
- Un mayor reto aún es asegurarnos de que los artículos no sean demasiados positivos tampoco. Reporteros quienes escriben artículos acerca del MDMA, ayahuasca, y los microdosis deben ser educados acerca de las limitaciones del conocimiento actual para que ellos no exageren los beneficios o subestimen los riesgos de estas drogas, los cuales pueden crear resistencia a la ciencia y medicina psicodélica.
- También hay un reto con nuestra cultura moderna de noticias instantáneas – tales como memes, la guerra de hechos alternativos y los mismos medios sociales. Estas tendencias tienden a reducir la calidad del reportaje y limita la atención de los lectores. Esto quiere decir que debemos ser extra cautelosos para difundir la información correcta: porque si no lo hacemos, la información incorrecta puede ser leída por millones de personas en solo unas horas.
- Es primordial estar conscientes que hay una diferencia entre reporteros, editores, y la gente que escribe los encabezados de la mayoría de fuentes noticieras. Un artículo bien informado y positivo, por ejemplo, puede ser promovido de modo que exagere o tergiverse la verdadera investigación.
- Otra área de mejora son las imágenes que los editores usan para ilustrar las historias. Hay una gran diferencia entre mostrar una droga en su uso ilegal y mostrar una droga en un contexto legítimo.
Hay otras áreas que también necesitan mejorar, pero esas son las más obvias que he descubierto.
Entonces, ¿qué podemos hacer nosotros – los científicos, educadores, investigadores, estudiantes, terapeutas, doctores, chamanes – y los que nos preocupamos intensamente porque estas sustancias sean tomadas en serio y tratadas con respeto – qué podemos hacer para mejorar la calidad y el alcance del reportaje noticiero?
Un modo de cambiar la narrativa actual es creando nuestras propias plataformas de comunicación. Algunos de estos incluyen el Boletín de MAPS, Chacruna, Psychedelic Times, y otros más. El crear nuestros propios medios tiene la ventaja de permitirnos ser nuestros propios editores, lo que significa que podemos publicar lo que queramos y en efecto, influenciar la conversación directamente. Las desventajas son que como son medios nuevos, tienen poco alcance. También porque el contenido es tan específico que tiende a alcanzar solamente aquellos que ya apoyan este trabajo. Y por supuesto, existe la gran cantidad de tiempo y recursos que se toma para generar contenido de calidad y difundir el mensaje. Por lo que, económicamente hablando, el comprometernos con los medios establecidos es mejor negocio.
Hay muchos más informes positivos acerca de los psicodélicos en el lenguaje de los medios en inglés. La razón principal de esto es porque la mayoría de la investigación científica y el trabajo con las relaciones publicas ha sucedido en países de habla inglés, y se necesita tiempo y dinero para traducir las historias. Sin embargo, a como se expande la investigación a países fuera de Los Estado Unidos y Canadá, también estamos viendo más artículos en otros idiomas. Este es simplemente el principio y entre más se reporte en los medios internacionales, creo que más apoyo veremos en otros países.
Aquí hay algunos de ellos: Brasil, Brasil, Brasil, Colombia, Argentina, internacional, Italia, Holanda, Israel, China, …
…y México
A continuación, quiero compartirles algunas de mis observaciones acerca del rol que juegan los grupos indígenas en los medios de comunicación. La mayoría del reportaje, por las razones que ya expliqué, es acerca de gente que habla inglés y mayormente de Norteamérica y Europa que se topan con el conocimiento indígena. Esto es hasta el momento mayormente una tradicional narrativa colonial y necesita ser mejorada.
Por ejemplo, estos son algunos reportajes noticieros acerca de ayahuasca. En estos reportes, la gente indígena es representada como:
- Fuentes de conocimiento acerca de los psicodélicos, ofreciendo lo que saben a los extranjeros quienes vinieron en búsqueda de curación o crecimiento espiritual.
- Beneficiarios de una entrada de recursos económicos como resultado del turismo de ayahuasca.
- Como víctimas de globalización, con sus comunidades amenazadas por el desarrollo económico e infraestructural.
- Y como defensores de la sostenibilidad y guardianes de la naturaleza.
Para expandir esta gama de historias, necesitamos incluir más voces indígenas en la ciencia y la medicina, no solo como representantes de sus comunidades, pero en determinar los objetivos de la investigación y en como el medicamento es producido y usado. También necesitamos encontrar más expertos indígenas con la educación y la disponibilidad de hacer entrevistas acerca de su experiencia, de hablar públicamente y correr la voz. La antropología postcolonial y feminista puede también ayudar a identificar lugares donde las culturas mestizas e indígenas y los medios de comunicación pueden entenderse el uno al otro y trabajar juntos.
Antes de terminar, les presento algunas estrategias que han funcionado bien en MAPS para mejorar la imagen de los psicodélicos. Espero que tomen algunas de estas sugerencias y que les sean útiles para sus conversaciones y entrevistas.
Lo más importante es tener presente los prejuicios que mucha gente tiene acerca de los psicodélicos y acordarse de que son tendencias emocionales, no intelectuales. No podemos convencer a las personas a no temer a los psicodélicos porque el temer no es racional. En lugar, necesitamos hacer todo lo posible por reducir ese temor. Algunos modos de hacer esto incluye:
- Establecer nuestra experiencia definiendo expertos: como una comunidad de sabiduría, necesitamos crear nuestros propios expertos en la materia para que los narradores no dependan de viejos expertos deshabituados.
- Reconocer los riesgos y limitaciones de los psicodélicos: como cualquier otro medicamento o instrumento, los psicodélicos pueden tener tanto riesgos psicológicos como físicos, especialmente cuando no se usan con cautela.
- Reconocer lo que sabemos y lo que no sabemos: la ciencia experimental y la psiquiatría apenas están empezando a entender que son y cómo utilizar estas sustancias.
- No actuar como vendedor: la gente sospecha más y confía menos cuando se sienten que se les está tratando convencer. Es más eficaz dejar que el público llegue a sus propias conclusiones. Como lo indiqué anteriormente, los psicodélicos se venden solos.
¿Cómo podemos evitar una reacción negativa de política o de cultura a la ciencia y medicina psicodélica como la que vimos en los años 60 y 70? El punto más importante a notar es que sea un mensaje de CULTURA en lugar de CONTRACULTURA lo que está avanzando la cobertura positiva. MAPS no ha promocionado drogas “revolucionarias”, aunque creamos que lo son. No hemos promocionado los psicodélicos como algo que amenaza el status quo, aunque creamos que lo hacen. Nos hemos enfocado en los psicodélicos desde la perspectiva de la ciencia y la medicina, aunque sabemos que hay muchos otros sistemas de conocimiento que son tan válidos como los occidentales.
Queremos hacer estas experiencias más accesibles y seguras para más personas. Sin embargo, no queremos que la gente use MDMA o ayahuasca o cualquier otra cosa sin apoyo o prevenciones de seguridad. Para evitar el peor de los casos como el abuso sexual, sobredosis, combinaciones de toxicidad, trauma psicológico o cualquier evento negativo de alto perfil, necesitamos enseñar a la gente como usarlos. Esa es la parte clave que hace falta en las narrativas populares de la cultura acerca de las drogas y es la parte que está presente en las culturas indígenas con historia de uso: la preparación y el contexto de uso son de suma importancia.
Terminaré con tres preguntas.
Primero, ¿se legitiman en la cultura de modo diferente los psicodélicos sintéticos y manufacturados como el MDMA y el LSD de los que ocurren naturalmente como psilocibina, ayahuasca o peyote? Por ejemplo, ¿puede ayahuasca llegar a ser legal a través del discurso médico o científico, o necesita otra ruta como la religión o la espiritualidad?
Segundo, ¿cuáles son algunas estrategias para traer las culturas indígenas y el conocimiento indígena a estas historias para que el público del mundo entero conozca su larga historia de uso seguro?
Y finalmente, tal vez el más importante, ¿estamos listos como comunidad de conocimiento entorno a las plantas y sustancias psicodélicas, para aceptar pequeñas victorias en cuanto al uso de estas drogas y sus culturas y como son representadas? ¿Estamos realmente listos para trabajar juntos con los productores de los medios, para ayudarlos a ser nuestros aliados y comprometernos a educarlos? La revolución psicodélica será, después de todo, televisada.